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Los tres, se presentaban ante la Audiencia Nacional, precedidos de la última fotocomposición humorística realizada en las últimas horas (donde también figura el rey) y que se inserta en este artículo, convencidos de que su labor periodística y profesional la llevan a cabo en tono de humor y sin "ánimus injuriandi". Porque para que exista el delito de injurias, tiene sin duda alguna que existir precisamente eso: intención o ánimo de injuriar, de ofender, de deshonrar o desacreditar.
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Lo que sí tenían esta mañana los tres periodistas era "animus defendendi", es decir, ánimo e intención de defenderse; y "animus consulendi", porque en su momento su intención no fue otra que la de "informar" a la propia Audiencia del contenido de su eficaz trabajo realizado.
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Si algún "animus" habría de serles atribuido a esos trabajos por los que han sido juzgados, no puede ser otro que el "animus jocandi", es decir: su intención de bromear, sin intención de ofensa y con el mayor alto grado de profesionalidad.
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Es precisamente esa la virtud que ha de caracterizar a todo humorista, la de llevar a cabo su trabajo. El fruto de su profesión no puede ser otro que el de un trabajo "bien hecho", y para que nadie tenga duda de ello, el propio lector del blog puede juzgar por sí mismo algunas de las trabajosas y elaboradas creaciones de estos autores y que aquí insertamos.

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Nicola Lococo afirmaba esta mañana que se crió al lado de un oso de peluche "al que tenía mucho cariño" y que "solo cuando lo vi colgado con pinzas al salir de la lavadora me desengañé del asunto".
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Una vez en la propia vista, reconoció Nicola que para él, "la figura del rey" es "muy negativa" y ha asegurado que desde su infancia se considera "un oso", concretando que se considera "un oso a nivel espiritual. Mi novia a veces dice que soy un osito", lo que motivó las risas de todos los presentes.
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Finalmente, el juez central de lo Penal de la Audiencia Nacional, José María Vázquez Honrubia absolvió a los periodistas por considerar que existe la "duda razonable" de que los procesados pretendían injuriar a la Monarquía, advirtiéndoles que "por poco, por muy poco, no han traspasado", al referirse al límite existente entre la "Libertad de Expresión" y el delito de injurias.
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En suma: "La Absolución" y el Triunfo del derecho a la "Libertad de Expresión".

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Para todos aquellos que quieran seguir puntualmente el contenido de sus creaciones, no tienen más que visitar la siguiente dirección web:
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