En España ya resulta habitual que al hablar de política refiriéndonos a muchos de nuestros políticos mediante la utilización del término "hijos de puta", lejos de convertirse en un insulto, ya se encuentra camino de convertirse en un "llamar a las cosas por su nombre". Y es que siguen creciendo el número de políticos imputados por delitos de corrupción que no dimiten, el "penúltimo" (el último al parecer no llega); el alcalde de Santiago.
Para colmo, va y resulta que el gobierno de España, para traerse al "niñato" Carromero del Partido Popular, inicia "negociaciones" por las que podría haber pagado con dinero público la friolera cantidad de entre 3 y 5 millones de euros.
Y es que se ve que por si no tuviésemos en España suficientes delincuentes, tenemos que pagar también para importarlos desde fuera y que éstos vuelvan a casa "por navidad" mientras muchos españoles siguen "haciendo las maletas" ante la insostenible situación de falta de empleo, el aumento de impuestos y de precios básicos como las subidas eléctricas, el pago de recetas médicas, etc...
¿Qué tendrá este ciudadano para que el gobierno dedique 3 millones de dólares a su "recuperación"?. Desde luego no puede decirse que se trate de alguien ejemplar, porque al tema de retirada de su carnet de conducir en España antes del incidente con 2 muertos por el que fue condenado en Cuba, también habría que sumar "cosillas con la Hacienda Pública Española".
Y mientras tanto, otros cerca de 3.000 españoles "se pudren" en cárceles extranjeras, algunos de los cuales desde hace más de 4 años.
Pronto, Carromero podrá seguir ejerciendo en su puesto de "asesor del Ayuntamiento de Madrid".
Esta España está .... sencillamente PODRIDA. Hasta la médula. Para "vomitar".
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