En España, el "affaire Corinna" conocido desde hace años desde todos los puntos cardinales y silenciado por todos por el temor a las importantes repercusiones que ello podría tener para quien se atreviese a "divulgarlo" (¿democracia en España?, ¡Ya ves!), arroja día a día nuevos capítulos.
Hoy se ha sabido por el diario "El Confidencial" que Corinna (quien por cierto, nada tiene de "princesa") ha vivido durante 4 años en La Angorilla, una casa de El Pardo, bajo la "estrecha" y cuidada "protección" de los Servicios de Inteligencia Españoles (CNI, en su acepción moderna).
Recordando a las viejas pelis del "Cine Negro", el lenguaje en clave de los servicios secretos para referirse a esta "Operación" fue el de "Ingrid"; no en referencia a la madre de la autodenominada "princesa" que poseía este nombre, sino en referencia a cualquier supuesto parecido con la famosa actriz de cine "Ingrid Bergman".
Protección del CNI, protección de la policía, protección de la Guardia Civil, dinero público, servicios "especiales" o "gestiones delicadas" para el gobierno español, etc.... el asunto es un tema que dará para "juego" en Twitter; máxime si como ha señalado el periodista Antonio Montero: "El Rey, Corinna y su hijo se comportaban como una familia en unas vacaciones en Suiza" en un lujoso chalet en Los Alpes en el mes de febrero de 2010.
A estas alturas, lo que habría que preguntarse es si esa "Amistad Entrañable" existente entre el Rey de España y la "princesita" estará relacionada con la "afición" del monarca por las "Bellas Señoritas" o por las "habilidades" de Corinna en el deporte español más practicado por las grandes fortunas y "Arte de Eludir el Pago de Impuestos"; ya que al parecer, la susodicha podría ser toda una experta en el mismo.
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